El ruidoso Donald Trump


NEOYORQUINO

Nació el 14 de junio de 1946 en Nueva York como cuarto de los cinco hijos de Frederick y Mary Trump. Después de cada victoria en las primarias, les enviaba décadas después un saludo hacia el cielo.

Afirma que quiere volver a hacer Estados Unidos grande. Y rico. Y a sus fuerzas militares "poderosas, increíbles". Todos lo subestimaban, nadie se lo tomaba en serio cuando anunció sus aspiraciones presidenciales. Enfrentó duras resistencias dentro de su propio partido.

Sin embargo, el martes por la noche, Donald Trump logró, contra viento y marea, ser proclamado candidato a la presidencia por la Convención Republicana celebrada en Cleveland.

"Vamos a ganar la presidencia y a llevar un cambio real y liderazgo a Washington", prometió Trump por videconferencia desde Nueva York, tras ser elegido candidato. "Vamos a ganar en noviembre", proclamó el multimillonario.

El magnate prometió que si es elegido presidente en noviembre antepondrá los intereses de los estadounidenses ante todo, creará empleo, reconstruirá el Ejército, cuidará de los veteranos, mantendrá seguras las fronteras, derrotará al Estado Islámico y restaurará la ley y el orden en el país.

Estado a estado, primaria a primaria, Trump fue sumando apoyos. Aunque fue en el pasado demócrata, independiente e incluso candidato presidencial por el Reform Party, desde mediados de 2015 se volcó a una diatriba más cercana al populismo conservador de derechas.

Y tuvo mucho más éxito de lo que muchos pensaban, dejando en el camino a otros posibles candidatos republicanos como Ted Cruz, el gobernador de Ohio John Kasich, el senador por Florida Marco Rubio y hasta al ex gobernador de Florida y hermano del ex presidente George W. Bush, Jeb Bush, que arañó el martes apenas tres delegados.

Trump logró atraer votantes presentándose a sí mismo como un ejemplo de éxito, un hombre que logró conformar un imperio hotelero e inmobiliario y que incluso se dio el gusto de protagonizar un "reality show", "The Apprentice" (El aprendiz).

"The Donald" nunca se distinguió por su modestia o un discurso cuidado. La grandilocuencia y los excesos son su marca registrada, pero nada de eso parece molestar a sus seguidores, que adoran a un candidato sin pelos en la lengua y alejado de lo que es políticamente correcto.

Al contrario: todo esto le otorgó más visibilidad en los medios estadounidenses, convirtiéndose en noticia casi todos los días por sus exabruptos.
Tras la masacre de Orlando, en la que murieron 50 personas en un club gay, por ejemplo, dijo que habría estado bien que alguno de los asistentes a la fiesta hubiera disparado contra el atacante.

"Si hubiera habido personas que hubieran enviado balas en la dirección contraria, justo entre ceja y ceja de este loco (...) boom, boom, ¿saben? Habría sido un bello, bello panorama", dijo Trump.

Algunos analistas políticos y comentaristas de TV han descrito a Trump como un hombre con delirios de grandeza, un Napoléon, el Putin de Estados Unidos, un clown, un hombre vulgar. Pero ningún canal de TV se privó de transmitir sus discursos ni cubrir cada una de sus explosivas declaraciones, como cuando propuso construir un muro en la frontera con México para mantener lejos a los inmigrantes, y que lo pagara México.

Sus tuits fueron noticia una y otra vez. Esta red social es el medio que ha elegido muchas veces para opinar sobre los más diversos temas y fustigar a su contrincante demócrata, Hillary Clinton. Sin embargo, las críticas no parecen hacerle mella.

Sólo le molesta cuando le dicen las cosas a la cara. En esos casos se muestra extremadamente sensible y se ofende rápidamente. Sus contrincantes lo describen como infantil.

A quienes lo acusan de carecer de experiencia política, Trump les dice una y otra vez que su carrera habla por él. Se considera a sí mismo "una persona realmente inteligente". Y además dice que hay algo para todos visible: "Me veo bien".

Viajó a las escalas de su campaña electoral en su propio avión, lo que impresionó a muchos potenciales electores. "Todos me aman", asegura. "Seré el mejor presidente en cuanto a creación de empleos que haya creado Dios", llegó a afirmar.

Tres veces casado, Trump ya tuvo dos divorcios. En 1977 se casó con la modelo checa Ivana Zelnickova. Tuvo tres hijos con ella, entre ellos Ivanka, ex modelo, mujer de negocios y una de sus principales asesoras. En 1993 se casó con la actriz Marla Maples. Se separó de ella en 1997. Su tercera esposa es la modelo Melania Knauss, con quien está casado desde 2005. Con Maples y Knauss tuvo otros dos hijos.

Hillary Clinton asistió a la boda cuando Trump llevó a Melania al altar, lo que es un ejemplo de cómo fueron cambiando las opiniones políticas del ahora candidato republicano. Sus detractores lo acusan de puro oportunismo. Ahora, Clinton y Trump se enfrentarán en la carrera hacia las elecciones presidenciales de noviembre, pero ya sin ningún altar de por medio.

El dilema de los republicanos: votar por el multimillonario o por su conciencia

Cuando los republicanos más conservadores acudan en noviembre a las urnas se encontrarán ante un gran dilema: votar al candidato republicano Donald Trump o votar según su conciencia.

"Voten según su conciencia", recomendó el jueves el senador por Texas Ted Cruz a los delegados republicanos, dando la nota discordante en la Convención Nacional Republicana en Cleveland (Ohio) y reabriendo viejas heridas dentro de la formación.

"Voten por los candidatos que confíen en que van a defender nuestras libertades y ser fieles a la Constitución", dijo el senador ultraconservador.
Cruz, miembro destacado del Tea Party, se limitó felicitar al multimillonario neoyorquino por su nominación como candidato republicano a las elecciones, pero no le apoyó públicamente. Muchos delegados le abuchearon por no pedir el voto por Trump.

"Estados Unidos, Estados Unidos", "Trump, Trump", gritaban los partidarios de Trump, sin dar crédito a lo que había sucedido.

El desplante de Cruz puso en evidencia que todavía muchos dentro del Partido Republicano no ven con buenos ojos a Trump, a pesar de que el martes fue elegido oficialmente en Cleveland candidato presidencial de ese partido a las elecciones de noviembre.

El magnate puede haber logrado la nominación pero no ha conseguido desactivar al frente anti-Trump dentro del Partido Republicano y meterse al ala más conservadora en el bolsillo.

Los miembros de la facción del "Never Trump" (Nunca Trump) consideran que si votan por Trump estarían traicionando su conciencia, ya que aunque se haya arropado al manto republicano, le siguen viendo como un liberal neoyorquino, que no comulga con las ideas conservadoras del partido de Lincoln y Reagan.

Trump es un empresario exitoso, un "showman" de televisión sin experiencia política, casado en tres ocasiones y asiduo de la prensa de corazón. En el pasado ha apoyado el matrimonio gay y el derecho al aborto, algo que el ala más conservadora del partido ve difícil de encajar.

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