Mientras en el lado republicano el magnate Donald Trump confirmaba aún más su condición de favorito, tras vencer ayer en las primarias de Michigan y Misisipi, en el lado demócrata, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton sólo pudo cantar victoria en este último estado, pues en Michigan, su rival de partido, el senador Bernie Sanders, dio la sorpresa al declararse ganador pese a las proyecciones adversas de las encuestas.
En la jornada, Trump se alzó con una cómoda victoria en ambos estados, y de esa forma suma 14 victorias en 22 consultas realizadas por el partido Republicano de cara a las presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Ayer, los republicanos realizaban también una primaria en Idaho y un caucus (asambleas electorales) en Hawai.
Los sondeos de boca de urna indicaban que en Mississippi Trump superó por unos 10 puntos porcentuales al senador ultraconservador Ted Cruz.
La sorpresa del día en este partido fue el gobernador de Ohio, John Kasich, a quien los sondeos sitúan en tercer lugar en Mississippi y segundo en Michigan entre los republicanos.
En los dos casos el senador Marco Rubio aparece con menos de 10 por ciento de votos, resultado desastroso para sus aspiraciones. Rubio ahora se juega la supervivencia en las primarias de Florida, la próxima semana.
En un acto público ante electores en Florida, Trump agradeció el voto en Mississippi y Michigan y aseguró que por el momento no está concentrado en atacar o responder a ataques por parte de sus adversarios demócratas, ya que tiene como prioridad mantener el paso en la disputa interna republicana.
Sanders
Del lado demócrata, Clinton logró una aplastante pero anunciada victoria en Mississippi sobre el senador Bernie Sanders. Tanto los sondeos de boca de urna como los primeros resultados indicaban que la exsecretaria de Estado podría obtener en Mississippi algo en torno del 80 por ciento de los votos, un resultado verdaderamente consagrador.
Sin embargo, el Michigan, un estado industrial con 130 delegados en juego, el campanazo lo dio Sanders, quien logró una ajustada victoria. Aquí, Sanders obtendrá al menos 63 representaciones y Clinton, unos 52.
Pese a la victoria, Sanders no obtendrá ningún avance real en delegados, pues Clinton ganó poco antes en Misisipi logrando ya más de la mitad de los 2.383 delegados que necesita para obtener la candidatura demócrata.
La exsecretaria de Estado inició la noche con una ventaja de 169 delegados sobre su rival, teniendo en cuenta sólo las primarias y asambleas de partido.
Los demócratas otorgan sus delegados en proporción a los votos, de modo que Clinton pudo sumar bastantes delegados pese a perder en Michigan.
En la jornada, Trump se alzó con una cómoda victoria en ambos estados, y de esa forma suma 14 victorias en 22 consultas realizadas por el partido Republicano de cara a las presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Ayer, los republicanos realizaban también una primaria en Idaho y un caucus (asambleas electorales) en Hawai.
Los sondeos de boca de urna indicaban que en Mississippi Trump superó por unos 10 puntos porcentuales al senador ultraconservador Ted Cruz.
La sorpresa del día en este partido fue el gobernador de Ohio, John Kasich, a quien los sondeos sitúan en tercer lugar en Mississippi y segundo en Michigan entre los republicanos.
En los dos casos el senador Marco Rubio aparece con menos de 10 por ciento de votos, resultado desastroso para sus aspiraciones. Rubio ahora se juega la supervivencia en las primarias de Florida, la próxima semana.
En un acto público ante electores en Florida, Trump agradeció el voto en Mississippi y Michigan y aseguró que por el momento no está concentrado en atacar o responder a ataques por parte de sus adversarios demócratas, ya que tiene como prioridad mantener el paso en la disputa interna republicana.
Sanders
Del lado demócrata, Clinton logró una aplastante pero anunciada victoria en Mississippi sobre el senador Bernie Sanders. Tanto los sondeos de boca de urna como los primeros resultados indicaban que la exsecretaria de Estado podría obtener en Mississippi algo en torno del 80 por ciento de los votos, un resultado verdaderamente consagrador.
Sin embargo, el Michigan, un estado industrial con 130 delegados en juego, el campanazo lo dio Sanders, quien logró una ajustada victoria. Aquí, Sanders obtendrá al menos 63 representaciones y Clinton, unos 52.
Pese a la victoria, Sanders no obtendrá ningún avance real en delegados, pues Clinton ganó poco antes en Misisipi logrando ya más de la mitad de los 2.383 delegados que necesita para obtener la candidatura demócrata.
La exsecretaria de Estado inició la noche con una ventaja de 169 delegados sobre su rival, teniendo en cuenta sólo las primarias y asambleas de partido.
Los demócratas otorgan sus delegados en proporción a los votos, de modo que Clinton pudo sumar bastantes delegados pese a perder en Michigan.
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