Clinton y Trump, ganadores de las primarias en el supermartes

La demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump se anotaron puntos cruciales en las primarias del denominado supermartes, según las primeras proyecciones de una jornada con 12 estados en juego hacia las candidaturas a las presidenciales estadounidenses de noviembre.

De acuerdo a las primeras proyecciones de los medios de comunicación, al cierre de esta edición (24:00), Clinton era la ganadora en siete estados: Georgia, Tennessee, Alabama, Texas, Virginia, Massachusetts y Arkansas. Su rival demócrata Bernie Sanders vencía en Vermont, Oklahoma y Colorado.

Del lado republicano, Trump vencía en seis estados: Virginia, Georgia, Tennessee, Massachusetts, Arkansas y Alabama. Su rival de partido Ted Cruz ganaría en Texas, su estado natal y el que mayor número de delegados otorga, y en Oklahoma.

Clinton ganó prácticamente en todos los estados donde está previsto que lo hiciera y al cierre de esta edición aventajaba a Sanders por 17 puntos a nivel nacional según un sondeo de CNN/ORC. “Felicito al senador Sanders por su fuerte campaña”, dijo una exultante Clinton a sus seguidores en Miami.

Por su parte, Trump, el belicoso millonario, que divide a su partido con su estilo abrasivo y su propuesta de levantar un muro entre Estados Unidos y México, agradeció anoche en su cuenta Twitter a todos los estados en los que alcanzaba la victoria.

El codiciado supermartes, que sólo terminará en las primeras horas de hoy cuando cierre el último puesto de votación en Alaska, es crucial en la carrera a la Casa Blanca, especialmente para los republicanos, que elegirán casi la mitad del número de delegados necesario para ganar la disputa interna.

Tras una victoria en Carolina del Sur hace unos días, Clinton, de 69 años, continuó su dominio en el sur. Sanders, por su parte se impuso en su estado natal de Vermont, Oklahoma y, sorpresivamente, Colorado.

“Significa mucho para mí que quienes mejor me conocen, quienes me conocieron antes de ser electo, quienes me conocieron como alcalde, congresista y senador, votaron fuertemente para llevarnos a la Casa Blanca”, dijo.

Clinton, en tanto, parecía mirar hacia adelante y concentrarse en una eventual disputa electoral con Trump, afirmando ayer estar “preparada para competir” con el empresario si logra la nominación demócrata.

“Estados Unidos nunca ha dejado de ser grande. Debemos hacerlo más unido”, dijo Clinton, lanzando un dardo al lema de Trump: “Devolver a la grandeza a Estados Unidos”.

Según un sondeo publicado ayer por CNN, Clinton o Sanders ganarían un eventual duelo con Trump, con un margen ligeramente más cómodo para el senador (55 por ciento contra 43 por ciento) que para la exsecretaria de Estado (52 por ciento frente 44 por ciento).





INCERTIDUMBRE ENTRE LOS REPUBLICANOS

Trump también se adelantó a las elecciones generales contra la exsecretaria de Estado, a la que definió como parte del poder político que le ha fallado a los estadounidenses. “Ha estado aquí por mucho tiempo”, dijo Trump desde su lujoso hotel Mar-a-Lago en Florida. “Si no se ha enderezado, no lo hará en los siguientes cuatro años”, dijo.

El dominio de Trump sacudió a los líderes republicanos, que temen que no tenga lo necesario para ser electo en una contienda contra Clinton en noviembre. Pese a que Trump dice tener una buena relación con la élite de su partido, advirtió al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien declaró antes durante la jornada que “este partido no depreda los prejuicios del pueblo”. Trump dijo que si no logran buena relación “tendrá que pagar un alto precio”.

Pero todos los esfuerzos por detenerlo han sido en vano, incluyendo una agresiva campaña por parte del senador de Florida, Marco Rubio, por desacreditar al multimillonario empresario. Para Rubio, sin embargo, la noche se convertía en decepción y sólo había ganado en Minnesota.

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