Si alguien ha dicho algo positivo de Trump en estos días, seguramente se menciona su ‘honestidad sin filtros’. Después de todo, resulta molesto un político que pronuncia cada palabra con un cálculo controlado.
Es fácil encontrar partidarios de Trump que solo son fans porque es descaradamente racista, nacionalista, sexista o una combinación de las tres. Otros partidarios dicen que a pesar de que en realidad no están de acuerdo con el contenido de su discurso, aprecian el hecho de que él lo diga abiertamente.
Intolerancia a la ambigüedad
Una persona que tolera la ambigüedad no necesita controlar ni conocer todo. Se siente cómoda con cierto grado de incertidumbre. Otra persona que no resiste la incertidumbre se siente incómoda si no sabe qué hará exactamente en cualquier situación: qué sucederá después de terminar el bachillerato o en qué momento deberá emprender un viaje.
Una investigación de principios de los años 50 (Frenkel-Brunswik) mostró que las personas con intolerancia a la ambigüedad son significativamente más propensas a ser políticamente conservadoras.
Esta correlación tiene mucho sentido, porque el conservadurismo político, en su núcleo ideológico, en realidad consiste en tener como guía la frase "si no está roto, no lo arregles", mentalidad que valora la tradición y la estabilidad sobre la agitación social y el cambio social.
Quienes tienen intolerancia a la ambigüedad tienden a "preferir las concepciones dicotómicas de los roles sexuales y de las relaciones interpersonales en general. Son menos permisivos y se inclinan hacia la categorización rígida de las normas culturales", dice el estudio.
Resulta llamativo que las personas con alta intolerancia a la ambigüedad se sienten tan profundamente incómodos con la idea de incertidumbre, que a menudo prefieren una respuesta ligeramente negativa pero segura y no una respuesta incierta pero potencialmente más positiva.
En otras palabras, estas personas pueden encontrar a Donald Trump desagradable o francamente antipático, pero debido a su reputación de ‘decir las cosas como son’ y ‘ser honesto hasta la exageración’, se sienten seguras de que pueden tener la certeza de que Trump está diciendo la verdad.
No todo lo que brilla
En los hechos, no parece tan confiable. Trump ha sido criticado por su postura cambiante sobre el aborto, por estar con el Partido Republicano después de años de estrechos vínculos con los candidatos demócratas, y una vez hizo la muy poco republicana sugerencia de que el 1% más rico de los estadounidenses debe hacer un pago único de 14,25% de impuestos sobre la totalidad de su patrimonio para acabar con la deuda nacional.
Es una idea distante con su postura actual en favor de enormes recortes de impuestos para los ricos. ¿Por qué le creen? Porque las declaraciones que escapan de la ‘corrección política’ tienden a ser percibidas como ciertas. Aunque no lo sean
Es fácil encontrar partidarios de Trump que solo son fans porque es descaradamente racista, nacionalista, sexista o una combinación de las tres. Otros partidarios dicen que a pesar de que en realidad no están de acuerdo con el contenido de su discurso, aprecian el hecho de que él lo diga abiertamente.
Intolerancia a la ambigüedad
Una persona que tolera la ambigüedad no necesita controlar ni conocer todo. Se siente cómoda con cierto grado de incertidumbre. Otra persona que no resiste la incertidumbre se siente incómoda si no sabe qué hará exactamente en cualquier situación: qué sucederá después de terminar el bachillerato o en qué momento deberá emprender un viaje.
Una investigación de principios de los años 50 (Frenkel-Brunswik) mostró que las personas con intolerancia a la ambigüedad son significativamente más propensas a ser políticamente conservadoras.
Esta correlación tiene mucho sentido, porque el conservadurismo político, en su núcleo ideológico, en realidad consiste en tener como guía la frase "si no está roto, no lo arregles", mentalidad que valora la tradición y la estabilidad sobre la agitación social y el cambio social.
Quienes tienen intolerancia a la ambigüedad tienden a "preferir las concepciones dicotómicas de los roles sexuales y de las relaciones interpersonales en general. Son menos permisivos y se inclinan hacia la categorización rígida de las normas culturales", dice el estudio.
Resulta llamativo que las personas con alta intolerancia a la ambigüedad se sienten tan profundamente incómodos con la idea de incertidumbre, que a menudo prefieren una respuesta ligeramente negativa pero segura y no una respuesta incierta pero potencialmente más positiva.
En otras palabras, estas personas pueden encontrar a Donald Trump desagradable o francamente antipático, pero debido a su reputación de ‘decir las cosas como son’ y ‘ser honesto hasta la exageración’, se sienten seguras de que pueden tener la certeza de que Trump está diciendo la verdad.
No todo lo que brilla
En los hechos, no parece tan confiable. Trump ha sido criticado por su postura cambiante sobre el aborto, por estar con el Partido Republicano después de años de estrechos vínculos con los candidatos demócratas, y una vez hizo la muy poco republicana sugerencia de que el 1% más rico de los estadounidenses debe hacer un pago único de 14,25% de impuestos sobre la totalidad de su patrimonio para acabar con la deuda nacional.
Es una idea distante con su postura actual en favor de enormes recortes de impuestos para los ricos. ¿Por qué le creen? Porque las declaraciones que escapan de la ‘corrección política’ tienden a ser percibidas como ciertas. Aunque no lo sean
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