El apoyo de los votantes republicanos a Donald Trump se mantiene intacto tras el primer debate de los candidatos a las primarias que se celebró la semana pasada.
El magnate llegó a este encuentro entre los 10 principales candidatos del partido conservador liderando las encuestas con el 24% del apoyo. Un porcentaje que mantiene según los nuevos sondeos realizados.
El rival más próximo, Jeb Bush, no tuvo la misma suerte. El exgobernador de Florida perdió apoyo tras el debate televisado, al que llegó con el 17% del apoyo y que disminuyó hasta el 12%. Ningún otro candidato supera el 8%, por lo que Trump se consolida como el favorito para llegar a la Casa Blanca, destaca el diario español El Mundo.
Tras el debate, Trump fue criticado por sus comentarios contra la moderadora del debate de Fox, Megyn Kelly. En una entrevista insinuó que la periodista fue dura con él porque tenía la menstruación. "Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía sangre de su... donde sea”, dijo Trump para referirse a las preguntas incisivas de Kelly. Una ofensa que llevó a su asesor principal, Roger Stone, a dejar la campaña para las primarias.
En ningún momento, desde que comenzó su campaña presidencial, dejó a un lado lo que parece ser su mejor estrategia para situarse en el primer puesto de las encuestas: la polémica.
En el debate, Trump siguió con su artillería verbal o su estilo políticamente incorrecto, como prefiere definirse él mismo.
El empresario está tan convencido de sus posibilidades que amenazó por presentarse como independiente.
El magnate llegó a este encuentro entre los 10 principales candidatos del partido conservador liderando las encuestas con el 24% del apoyo. Un porcentaje que mantiene según los nuevos sondeos realizados.
El rival más próximo, Jeb Bush, no tuvo la misma suerte. El exgobernador de Florida perdió apoyo tras el debate televisado, al que llegó con el 17% del apoyo y que disminuyó hasta el 12%. Ningún otro candidato supera el 8%, por lo que Trump se consolida como el favorito para llegar a la Casa Blanca, destaca el diario español El Mundo.
Tras el debate, Trump fue criticado por sus comentarios contra la moderadora del debate de Fox, Megyn Kelly. En una entrevista insinuó que la periodista fue dura con él porque tenía la menstruación. "Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía sangre de su... donde sea”, dijo Trump para referirse a las preguntas incisivas de Kelly. Una ofensa que llevó a su asesor principal, Roger Stone, a dejar la campaña para las primarias.
En ningún momento, desde que comenzó su campaña presidencial, dejó a un lado lo que parece ser su mejor estrategia para situarse en el primer puesto de las encuestas: la polémica.
En el debate, Trump siguió con su artillería verbal o su estilo políticamente incorrecto, como prefiere definirse él mismo.
El empresario está tan convencido de sus posibilidades que amenazó por presentarse como independiente.
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