Donald Trump capitalizó el debate republicano en EEUU

El primer debate en las primarias del Partido Republicano para elegir candidato para la Casa Blanca en 2016 tenía un protagonista fijado de antemano, el multimillonario Donald Trump, quien fue desde el primer minuto el centro de toda la atención y cuyas salidas de tono no defraudaron.
De entrada, resulta difícil determinar quién fue el ganador del debate, si es que hubo algún ganador (fueron 10 los participantes en el debate), y todavía más si Trump salió beneficiado o no de su primera prueba seria, algo que sólo las encuestas de los próximos días determinarán.
Resulta especialmente difícil medir el éxito de Trump porque el magnate neoyorquino no puede calibrarse en los mismos términos en los que se mide al resto de candidatos o a los políticos convencionales, puesto que él apuesta por el espectáculo, lo políticamente incorrecto y también lo sorprendente.
Y en ese sentido, su actuación en el debate de la noche del jueves (la primera de su carrera en el mundo de la política) no defraudó: dio sorpresas, realizó salidas de tono y no sólo fue políticamente incorrecto, sino que se jactó de ello. "A Hillary Clinton le dije: ‘Ven a mi boda y vino a mi boda’. No tenía elección. Yo había donado a su fundación”, explicó Trump, quien usó este ejemplo, protagonizado por él mismo, para probar que "el sistema está roto”.
Ese golpe, que pocos se esperaban, fue uno de los grandes momentos de la noche, y refleja perfectamente lo poco convencional de un candidato como Trump, cuyo argumento más recurrente para atacar al establishment político es revelar que él mismo se ha aprovechado durante años de las fisuras del sistema estadounidense.
Para Trump, "el sistema está roto” porque, en el pasado, él mismo donó dinero a "muchos políticos”, a quienes, años más tarde, les llamaba y "ellos estaban allí” para él.
Este tipo de razonamientos tan poco habituales en política son, a juicio de los politólogos, lo que explica en gran medida el éxito de Trump en las encuestas, ya que parte de la ciudadanía lo percibe como un arrebato de honestidad (y entretenimiento) al que no está acostumbrada en una campaña electoral.

Al término del debate, la prensa sólo tenía un nombre para sus titulares: Donald Trump. "Trump agita el primer debate entre los candidatos republicanos” y "En el libro de juego del debate republicano, Trump escribe sus propias reglas” fueron los destacados de The Washington Post que señaló que "se ganó la ira y los aplausos”. (EFE)

Reacción inmediata
Inmigrantes El debate entre los aspirantes republicanos dejó frustración y desencanto entre líderes y activistas defensores de los inmigrantes que oyeron llamados a reforzar el control de la frontera y nada que valore la aportación de los inmigrantes a Estados Unidos.
Rubio El senador por Florida Marco Rubio emergió como el verdadero ganador del primer gran debate presidencial de las elecciones de 2016 pese a que el show, como era previsible, corrió a cargo del irreverente magnate Donald Trump. Los principales medios y analistas del país dieron como vencedor al joven aspirante de origen cubano por unanimidad: logró presentarse como la sangre nueva que se necesita.

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