Emilio Botín, presidente del Banco Santander, fallecido de un infarto ayer en Madrid, convirtió la entidad bancaria en uno de los principales patrocinadores deportivos al asociarla a competiciones tan potentes como el Mundial de Fórmula Uno y los mundiales de Vela. Vinculado familiarmente con el golfista Severiano Ballesteros, con quien su hija Carmen estuvo casada entre 1988 y 2004 y tuvo tres hijos que gestionan la Fundación que lleva el nombre de su padre, Emilio Botín (Santander, 1934) creyó firmemente en la fuerza del deporte y relacionó su banco con grandes nombres de este sector. Pocos años después de llegar a la presidencia que su abuelo y su padre también ocuparon, el Banco Santander se sumó al grupo de empresas que colaboraron en el primer programa de preparación olímpica.
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