Propuesta laboral de Slim es poco viable

La sugerencia de reducir la semana de trabajo a solo tres días, pero con jornadas laborales de 11 horas y una edad de jubilación mayor a los 70 años, planteada por el magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim, es considerada por los expertos en el tema y economistas del país, como un hecho difícil y complejo a la vez, dada la inmensa informalidad de nuestra economía, las precarias condiciones laborales y una productividad laboral, considerada la más baja de la región. Este último, debido a la falta de políticas de inversión y una política basada en la economía extractiva con poca diversificación laboral.

"En Bolivia un 78% de la población carece de una calidad de empleo, cuya pérdida cada año se expande, con tratamientos inestables, de bajos ingresos y con inseguridad laboral. Entonces, en ese contexto, plantearse ampliar la hora laboral y de paso extender la jubilación más tardía, sencillamente desentona la situación del mercado laboral del país, incluso con la posición conservadora de la OIT (Organización Internacional del Trabajo)", reflexionó Bruno Rojas, experto en el tema del Centro de Estudio para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

Una propuesta de cambio. El hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, considera que el trabajador debe disponer de cuatro días libres a la semana para poderlos dedicar a "innovar y crear" a objeto de generar mayor rendimiento y productividad laboral en el trabajador y el ahorro de "costes" contractuales a las empresas.

Según el economista Carlos Schlink, la propuesta de Slim es acertada en países desarrollados porque la gente se vuelve altamente productiva, se especializa e invierte en capacitarse, pero en países como el nuestro sería como premiar a la baja productividad de los trabajadores. "Sería perjudicial a la economía porque incrementaría el costo de los obreros por menos horas de trabajo, menor cantidad de días y baja productividad", apunta.

Además, Schlink dice que en Bolivia se debería incrementar la jornada laboral, al ser la peor catalogada en índices de competitividad a nivel mundial. "La única manera de revertir esta situación es con mayor trabajo, de lo contrario seguiremos siendo un país con altos índices de pobreza, malos indicadores de educación, mayores índices de inseguridad", apuntó.

Por su parte, Germán Molina, economista de la Fundación Milenio, sugiere realizar un estudio detallado del mercado de trabajo en Bolivia, que permita conocer los postulados que tiene y recién iniciar el trabajo de reforma del mercado de trabajo en un contexto externo de globalización e intensa competitividad, que hasta la actualidad no se logró concretar. "Durante la gestión 2012 se realizó un trabajo relacionando la retribución al trabajo y los años de formación profesional y los resultados fueron que se reconoce una mayor remuneración a quien tiene menos años de formación profesional", apuntó.

Marco laboral de Bolivia. El régimen laboral vigente en Bolivia, según la Ley General del Trabajo, contempla la jornada de las 8 horas diarias y 48 horas semanales, cuya conquista es fruto de largas jornadas de lucha de los trabajadores que incluso data desde los días de "Chicago" del siglo XIX.

En ese contexto, la legislación laboral vigente está sujeta a un conjunto de normas que hace compleja, más aún en momentos que el país vive una situación de falta de empleo, baja productividad laboral y una economía con escasas fuentes de trabajo.

Respecto a los horarios y horas de trabajo, Molina refiere que no es posible que sean uniformados para todas las actividades porque depende de la clase de actividad que realiza para ofrecer al mercado y a la sociedad.

Además, otros estudios realizados en 2013 por un grupo de científicos de la Universidad de Londres y del Instituto Finlandés de Salud Ocupacional, dieron cuenta que los empleados que tienen una jornada laboral de más de 11 horas diarias tienen el doble de posibilidades de sufrir depresión que aquellas personas que trabajan entre siete u ocho horas al día.

Según los expertos hay una serie de parámetros que habría que tener en cuenta. La propuesta de Slim apunta a la generación de mejores condiciones laborales para el trabajador y sobre todo para incrementar la productividad vía mejores rendimientos.

Desde la perspectiva obrera. Para el secretario de Finanzas de la Central Obrera Boliviana(COB), Óscar Tapia, la propuesta del magnate de las telecomunicaciones es considerada como regresiva y nada revolucionaria para los intereses de los trabajadores.

"Para empezar, las ocho horas de diarias no han sido regalo de nadie, fue más bien una conquista ganada en Chicago con sangre. Entonces estas propuestas, en el caso de nuestro país, no son para nada aplicables, dado que en Bolivia los derechos laborales no son respetados, con un salario de sobrevivencia", señaló Tapia.

Rojas a su vez señaló que en un país carente de empleos sobre todo para los jóvenes y mujeres, es muy difícil plantearse una modificación laboral a lo Slim.

"La mentalidad de nuestro país es trabajar menos y tener mayores beneficios, sin esfuerzo. Para cambiar eso es con educación, cosa que no prioriza el Gobierno "

Carlos Schlinck
Economista

Estudios
Algunas consideraciones sobre las horas y jornadas

Objetivo. La propuesta de Slim recae básicamente en dos aspectos centrales, por un lado pide reducir las jornadas laborales a fin de que el trabajador tenga al menos cuatro días a la semana para estar junto a su familia y así alentar el rendimiento y la productividad. "La familia puede innovar, cultivarse o crear", precisa Slim.
Por otro, el objetivo es bajar los costos a las empresas con el objeto de ganar, una vez que el trabajador retorne de sus cuatro días de descanso, mayor productividad laboral a base de una óptima incidencia en los rendimientos.

Horario. El hecho de ampliar a 10 y 11 horas la jornada laboral es considerada por los expertos como negativa, porque a la larga los empleados se cansarían en días tan largos y la productividad de la empresa caería en picada.

Dilema. El gran drama de los países latinoamericanos es la falta de trabajo, que hace de las pocas ofertas laborales una penosa necesidad. Este hecho es considerado como uno de los factores que explican el "empleo de baja productividad", asociada a una realidad de escasa remuneración laboral. Ahí nace la lógica: "Estoy desempleado, estoy dispuesto a trabajar las horas que sean. Lo que me importa es conseguir un empleo".

Flexibilización. Desde la perspectiva de los trabajadores, todavía es una quimera en Bolivia que las empresas privadas y públicas cumplan con las normas laborales, por lo cual flexibilizar será perjudicial.

Mirada
Las barreras para reducir horas

Estudios. Hace cinco años, el nuevo estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre horas de trabajo a cargo de Working Time Around the World: sobre perspectivas globales, dice que alrededor del 22 por ciento de la fuerza de trabajo mundial, equivalente a unos 614,2 millones de trabajadores, tienen jornadas de duración "excesiva".

Efectos. Las jornadas de menor duración tienen efectos positivos, dice el informe, incluyendo beneficios para la salud y la vida familiar, la reducción de accidentes en el lugar de trabajo, así como mayor productividad e igualdad entre los sexos.

Pobres. El estudio advierte que una cantidad considerable de personas que trabajan pocas horas en países en desarrollo y en transición pueden encontrarse subempleados y son más vulnerables a la pobreza. El estudio cita países en vías de desarrollo frente a los desarrollados de Europa y EEUU.

Resultados. Las iniciativas para reducir las horas en esos países no han tenido éxito por diversos motivos, incluyendo la necesidad de las personas de trabajar más para que sus ingresos les permitan llegar a fin de mes y el uso extendido del sobretiempo por parte de los empleadores como mecanismo para aumentar su producción en condiciones de baja productividad. Además cita que los hombres son los que trabajan más largas horas que las mujeres.

Punto de vista

Roberto Laserna
Economista

"Se requiere una reglamentación más flexible "

"El mundo del trabajo es muy amplio y diverso. Lo que es bueno en una empresa no lo es en otra, la norma que rige en un sector puede resultar perjudicial en otro. Si reconocemos este hecho nos daremos cuenta de que no es posible una reglamentación uniforme y única para todos. De hecho, nunca se cumple. Incluso cuando se establecen leyes de supuesta validez general, de inmediato se crean excepciones. Sería absurdo que los pilotos, las enfermeras, los bomberos, por ejemplo, trabajen jornadas de ocho horas. Ellos, como otros más, tienen reglas especiales, que no representan un privilegio ni mucho menos. Más bien responden a características específicas. Esas características específicas son bastante obvias y por eso nos resulta fácil comprender.

Pero tramitar excepciones puede resultar muy engorroso y, al final, esos casos terminan ajustados a la regla general, aún cuando ello puede resultarles perjudicial, tanto a las empresas como a los trabajadores. Un aspecto adicional que hay que tomar en cuenta es que muchas innovaciones en los procesos productivos descansan en la organización de la jornada laborales. Si esta es reglamentada de forma rígida, esas innovaciones resultan bloqueadas.

¿Cuál es la solución? Una reglamentación que sea más flexible y que establezca parámetros básicos que respeten las necesidades de los trabajadores y los protejan del abuso, pero que también permitan una mayor diversidad de opciones. Un aspecto fundamental de la rentabilidad de las empresas es la productividad de los trabajadores".

Entrevista
Rodrigo Rojo
Gerente de Kimberly

‘Se mejoraría la calidad de vida'

En una visión más global, a tono con la multinacional Kimberly Klark, Rodrigo Rojo, gerente legal de Asuntos Corporativos, califica de "revolucionaria" la propuesta de Slim, pero expresa que su materialización depende de las decisiones del Estado.

P. ¿Las 8 horas laborales son óptimas o debe modificarse?

R.R.: Lo óptimo sería disminuir un poco más la jornada laboral, pero esto requiere que las decisiones se tomen a nivel país. De modo que las empresas y por ende los colaboradores no se vean afectados en sus ingresos.

P. ¿Qué hacer con la baja productividad laboral en Bolivia y Latinoamérica?

R.R.: El mayor desafío aquí es crear una cultura de trabajo en la cual el colaborador (trabajador) entienda que al aprovechar el tiempo dentro de su horario está creando las condiciones para que la empresa alcance sus objetivos de negocio y él mismo se beneficie con mayor tiempo libre, es decir la cultura de "ganar-ganar".

P. ¿Qué le parece la postura de Carlos Slim?

R.R.: Es totalmente revolucionaria y atractiva, sin embargo, deben analizarse una serie de elementos. La propuesta de una jubilación a los 70 años permitiría aprovechar la experiencia de las personas en pro de la empresa, en paralelo permitiría mayor independencia del adulto mayor. Pero aquí entra en juego la realidad de cada país, en cuanto a esperanza y calidad de vida que ofrece a sus ciudadanos.

P. ¿En qué beneficiaría?

R.R.: Se mejoraría la calidad de vida de los colaboradores. Asimismo, permitiría a la empresa incrementar su productividad aprovechando la sinergia entre la fuerza y creatividad del joven profesional con la sólida experiencia del profesional senior.

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