El 80% de los multimillonarios se hizo desde la pobreza

Desde hace casi dos siglos las principales fortunas del mundo no son las de los aristócratas, sino las de emprendedores que empiezan con lo puesto y se van a la tumba con un patrimonio personal que valdría para vivir cómodamente 100 vidas. Estas fortunas, además, cambian continuamente.

Hace siglo y medio los más ricos del mundo eran los Vanderbilt o los Carnegie, grandes magnates de la industria del siglo XIX. En sólo unos años traspasaron el cetro a los Rockefeller o a los Ford, que revolucionaron el mundo a principios del siglo XX. A pesar de sus méritos, no lo sostuvieron mucho tiempo. Lo heredaron otros que no tenían ninguna relación familiar con ellos como los Onassis o los Getty, las dos grandes fortunas de la posguerra.

El talento, a diferencia del dinero, no se hereda y otros que salían de la nada, como los Gates, los Packard o los Albrecht se convirtieron en los hombres más ricos del mundo.
Por ejemplo, Andrew Carnegie era un simple emigrante escocés que trabajaba de mensajero, pero terminó siendo un gran magnate del acero. Cornelius Vanderbilt dejó la escuela a los 11 años para trabajar en un ferry del puerto de Nueva York. A los 50 ya era propietario de un imperio marítimo y ferroviario. Henry Ford, que inventó la industria del automóvil, nació en mitad del campo, en una humilde granja del estado de Michigan.

Rockefeller era hijo de un comerciante y se convirtió en el hombre más rico de la historia. Dos siglos antes Rockefeller, con todo su talento y su capacidad de trabajo, no hubiese pasado de tendero en un mercado. Onassis emigró a la Argentina con una mano delante y otra detrás. Al morir poseía un imperio y se había casado con Jacqueline, la viuda de Kennedy.
El fundador de Microsoft, Bill Gates, es hijo de un abogado de clase media de Seattle. Hace 30 años, cuando le detuvieron por una infracción de tráfico, nada hacía pensar que se convertiría en el hombre más rico del mundo gracias a su habilidad para transformar la informática personal mediante un sistema operativo fácil de utilizar y compatible. Tuvo una buena idea y supo llevarla a la práctica

El número

72.000
Millones de dólares es la fortuna de Bill Gates, según Forbes, el hombre más rico del mundo en 2013

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