La prensa rusa asegura que Dmitry Rybolovlev tiene tanto dinero que pondría al mundo entero a estudiar ruso sólo para que pronuncien bien su nombre. Colecciona obras de Picasso, le regaló una isla a su hija y adquirió una parte del club Mónaco de Francia. El magnate ruso, médico de profesión, con una fortuna estimada en 17,4 billones de dólares, divorciado, aficionado al surf y a las mujeres, está revolucionando el fútbol.
En diciembre de 2011, cuando el equipo del principado estaba en la Ligue 2 (Segunda División gala), Rybolovlev le pagó al príncipe Alberto 133 millones de dólares por dos tercios de la propiedad del mismo y, además, tomó la presidencia. El cuadro ascendió este 2013 pero, para el ruso, el juego apenas empieza. Pagó 60 millones de dólares por Radamel Falcao (Atlético de Madrid), 60 millones por James Rodríguez (Porto) y 33 millones por Moutinho (Porto). Ahora va por Víctor Valdés (Barcelona) y Carlos Tevez (Manchester City).
A los 46 años, el magnate vivió de todo. Según el portal diez.hn, en 1996 fue condenado a 11 meses de cárcel por, supuestamente, mandar asesinar al dueño de una empresa rival. Sufrió atentados en su casa y debió irse a Suiza. Volvió a Rusia, se metió en el negocio de los productos químicos y fertilizantes, además de ser casi dueño del Banco de Chipre. Posee cuadros de Picasso, Van Gogh y Gauguin; le compró una isla griega a su hija Anna por 154 millones de dólares, y un departamento en Nueva York por 87 millones a su otra hija Ekaterina.
Vive en una propiedad en Suiza valorada en 310 millones de dólares y ya se codea con los otros mecenas del fútbol: Roman Abramovich (Chelsea) y el jeque Tamin Bin Hamad (PSG). Rybolovlev juega al fútbol con fichas de jugadores.
Rybolovlev dijo que pretende devolver a su club el esplendor alcanzado en los años 70 y 80 con la dirección de Lucien Leduc y Arsène Wenger que contaban con los magníficos Henry, Amorós, Abidal, Thuram, Weah, Djorkaeff, Vieri, Trezeguet y el exmadridista Morientes. En el palmarés del Mónaco figuran siete Ligas y cinco Copas francesas y dos finales continentales, la Recopa en 1992 y la Copa de Europa en 2004 que perdió ante el Oporto de Mourinho.
En diciembre de 2011, cuando el equipo del principado estaba en la Ligue 2 (Segunda División gala), Rybolovlev le pagó al príncipe Alberto 133 millones de dólares por dos tercios de la propiedad del mismo y, además, tomó la presidencia. El cuadro ascendió este 2013 pero, para el ruso, el juego apenas empieza. Pagó 60 millones de dólares por Radamel Falcao (Atlético de Madrid), 60 millones por James Rodríguez (Porto) y 33 millones por Moutinho (Porto). Ahora va por Víctor Valdés (Barcelona) y Carlos Tevez (Manchester City).
A los 46 años, el magnate vivió de todo. Según el portal diez.hn, en 1996 fue condenado a 11 meses de cárcel por, supuestamente, mandar asesinar al dueño de una empresa rival. Sufrió atentados en su casa y debió irse a Suiza. Volvió a Rusia, se metió en el negocio de los productos químicos y fertilizantes, además de ser casi dueño del Banco de Chipre. Posee cuadros de Picasso, Van Gogh y Gauguin; le compró una isla griega a su hija Anna por 154 millones de dólares, y un departamento en Nueva York por 87 millones a su otra hija Ekaterina.
Vive en una propiedad en Suiza valorada en 310 millones de dólares y ya se codea con los otros mecenas del fútbol: Roman Abramovich (Chelsea) y el jeque Tamin Bin Hamad (PSG). Rybolovlev juega al fútbol con fichas de jugadores.
Rybolovlev dijo que pretende devolver a su club el esplendor alcanzado en los años 70 y 80 con la dirección de Lucien Leduc y Arsène Wenger que contaban con los magníficos Henry, Amorós, Abidal, Thuram, Weah, Djorkaeff, Vieri, Trezeguet y el exmadridista Morientes. En el palmarés del Mónaco figuran siete Ligas y cinco Copas francesas y dos finales continentales, la Recopa en 1992 y la Copa de Europa en 2004 que perdió ante el Oporto de Mourinho.
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